La temporada pasada Antena 3 sorprendió con el estreno de un programa que venía para una noche y que ahora se ha transformado en el nuevo proyecto televisivo de Joaquín y Susana Saborido. Emparejados es eso: dos presentadores que son pareja, invitados que hacen pareja y adentrarse en las intimidades más íntimas de todos ellos Leer La temporada pasada Antena 3 sorprendió con el estreno de un programa que venía para una noche y que ahora se ha transformado en el nuevo proyecto televisivo de Joaquín y Susana Saborido. Emparejados es eso: dos presentadores que son pareja, invitados que hacen pareja y adentrarse en las intimidades más íntimas de todos ellos Leer
¿Quién no ha jugado en su adolescencia a beso, verdad o atrevimiento? Aquel juego que sacaba los colores, que hacía que te sudaran las manos, que te ponía en el peor de los bretes. Era tan sencillo como responder la verdad, darle un beso a alguien o someterte a un reto. Emparejados, el programa que Antena 3 estrena este sábado, es, salvando las distancias, algo similar, al menos, seguro que las parejas que se sentarán con Joaquín y Susana Saborido, sentirán esos calores y efluvios que provocaba el juego. Porque Emparejados es lo que su nombre indica: dos presentadores que son pareja, invitados que hacen pareja y adentrarse en las intimidades más íntimas de todos ellos jugando.
«Dimos muchas vueltas pensando para que algunas preguntas incluso no se atrevieran a responderlas para que comieran picante. Pero sorprendentemente no nos esperábamos que fueran a responder porque eran preguntas jodidas, la verdad. Y las han respondido incluso Joaquín y Susana, que de pronto se olvidan que ellos son los presentadores», explica Javier Ruiz, subdirector de Proamagna, la productora detrás del programa y de todos los éxitos de Joaquín desde que comenzase su etapa televisiva.
«¿Cuál es la pareja de tu hija que peor te ha caído? ¿Qué es lo más extraño que habéis hecho en la cama? ¿Con quién quieren enfrentarte al beso?», son algunas de las preguntas a las que se tendrán que enfrentar las parejas que han aceptado el reto. Emparejados no es sólo conocerles a través de la entrevista inicial o hacerles la pregunta más comprometida para que se beban un buen vaso de picante, sino sacar a los invitados de su zona de confort con diversión y con un humor. Y para eso, como asegura Carmen Ferreiro, directora de Entretenimiento de Atresmedia, Joaquín y Susana Saborido son perfectos. Lo son para la cadena, pues cada formato en el que está el ex jugador involucrado se convierte en un pelotazo; y lo son porque, como revela la directiva, en Emparejados «están más gamberros que nunca».
De hecho, resulta curioso el caso de este programa, pues fue una de las sorpresas de la temporada pasada cuando Antena 3 estrenó un episodio especial y se acabó. Aquel programa hizo un buen 14,1% de cuota de pantalla, pero Atresmedia decidió esperar a encontrar el mejor momento. En televisión lo de la paciencia es complicado, pero Emparejados era (y es) una de las grandes apuestas y tenía que tener el lugar y el momento adecuado: ahora.
Ha quedado claro que en Emparejados todo ocurre en pareja: desde las pruebas a las que se someterán la pareja de invitados del programa hasta el dating al que se enfrentará el público del plató, que tendrá un papel protagonista cada noche. Y es que en cada entrega participarán 100 personas de público, divididos en dos grandes gradas enfrentadas -una rosa y otra azul-, que tendrán la oportunidad de ganar grandes sumas de dinero.
Cada noche, y para conocer mejor a cada uno de los invitados -los primeros son Bertín Osborne y su hija Alejandra-, Joaquín y Susana comenzarán entrevistando a la pareja invitada, en una charla repleta de anécdotas, confesiones, humor y momentos surrealistas. Tras la entrevista, los presentadores retarán a la otra pareja en tres grandes juego: La pirámide del picante, que consiste en atreverse -o no- a responder las preguntas más comprometidas de la noche y si no se atreven tomarse el plato más picante de la mesa; ¿Quién es quién?, una sección conducida por Almudena Cid, que es una especie de juego de adivinación en el que juegan la pareja de presentadores y de invitados y que quien lo gane repartirá el dinero con su grada del público; y Beso o Cobra, a cargo de Anna Simon, que vuelve a la tele, donde un o una protagonista acudirá a encontrar el amor. ¿Triunfará el amor o la traición? Cada noche habrá 6.000 euros en juego y un viaje a Punta Cana.
Y a la cabeza de todo esto, uno de los diamantes de Antena 3, Joaquín. Hace tiempo que la cadena descubrió el potencial del ex jugador del Betis y lo amarró bien fuerte, ¡y Joaquín encantado! «La magia es que lo disfruto. Yo hago lo que siento. Soy el primero que digo este no es mi sitio por eso creo que esa es la magia de todo esto. Y oye, a veces funcionará mejor o a veces funcionará peor, pero esa forma de trabajar que tenemos te das cuenta que es como se consiguen las cosas», afirma Joaquín.
Más allá del deporte, ha sabido ganarse al público también desde la televisión. Primero con Joaquín, el novato, donde cosechó un rotundo éxito en Antena 3, y más tarde con la serie documental La penúltima y me voy, que repasó su trayectoria profesional y vital. En ambos formatos, se mostró a un Joaquín espontáneo, cercano y sin filtros, capaz de conectar con cualquiera al otro lado de la pantalla. Como asegura, «creo que el show empieza cuando me olvido de que soy presentador».
«El éxito que tenemos es porque la gente ve en nosotros lo que somos. No ven una apariencia que seríamos incapaces de hacer»
Susana Saborido
«El éxito que tenemos es porque la gente ve en nosotros lo que somos. No ven una apariencia que seríamos incapaces de hacer. Por eso me arriesgo a meterme en esta historia», añade Susana Saborido. La realidad es que la química y conexión que Joaquín y Susana se palpa en cada una de sus apariciones televisivas.
Joaquín describe a Susana como el pilar fundamental del hogar, la que consigue que siempre estén unidos. Susana siempre ha apoyado a su marido desde un segundo plano, pero en los últimos años su presencia ha cobrado fuerza, participando a su lado en varios proyectos televisivos, como en Joaquín, el novato, donde también participaba, o El Capitán en América.
Ellos, tirando de esa humildad y de no aparentar, dicen y muestran lo que cualquier pareja diría en público. Por eso, es el equipo del programa el que pone en valor lo que supone tener a una pareja de famosos exponiéndose no sólo por ser pareja sino porque son los conductores del programa: «Los dos tienen un sentido del espectáculo que pocos presentadores y poca gente tiene. Ellos saben perfectamente cómo hacerlo porque se imaginan a los espectadores en casa. Es algo innato en los dos».
Y precisamente es por esto por lo que consiguen cosas por las que otros programas matarían. ¿A qué nos referimos? A que en Emparejados no sólo se sientan parejas como Bertín y su hijo, o como Bibiana Fernández y Loles León, sino parejas imposibles: Victoria Federica y Rocío Laffon. Aunque a la nieta del rey emérito ya se la vio en El Desafío y aceptó sentarse en El Hormiguero, Emparejados, aun siendo divertido y sin maldad, es complicado cuando proteges tanto tu intimidad. Pero hasta en esto, Joaquín se ha sumado un tanto, aunque ambos vuelven a tirar de humildad.
«El éxito de que esté en el programa Victoria de Maricharal es de dos personas. De Pablo Carrasco, el CEO de la productora, que fue el que creyó en esa idea y el que lo ha conseguido. Y después de que estuviesen Joaquín y Susana«, afirma la productora. Y avisan: «Incluso se atrevió a responder preguntas que pensábamos no iba a responder en la vida».
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