La decisión, adelantada por Financial Times y The Washington Post, afecta a cientos de millones de dólares en ayuda militar a países fronterizos con Rusia, y llega tras las presiones de Washington a los aliados de la OTAN para que paguen más por su propia defensa
La Administración Trump tiene la intención de poner fin a los programas de asistencia en materia de seguridad para Europa, según informan este jueves Financial Times y The Washington Post. Estos programas, que llevan mucho tiempo en marcha, incluyen el plan para reforzar el flanco oriental del continente contra un posible ataque de Rusia. La decisión llega tras las presiones de Washington a los aliados de la OTAN para que paguen más por su propia defensa, y se encuadra en la idea de Trump de redefinir el papel de Washington dentro de la OTAN.
La decisión afectaría a cientos de millones de dólares en ayuda militar de la que dependen algunos de los Estados miembro más vulnerables de la Alianza Atlántica, y, según el diario estadounidense, ha alarmado a los aliados, que han visto cómo Donald Trump, ansioso por llegar a un acuerdo para poner fin a la guerra en Ucrania, ha rescatado a Vladímir Putin del aislamiento diplomático.
“A los rusos solo les importan realmente los dólares estadounidenses, las tropas estadounidenses y la bandera estadounidense”, afirma a The Washington Post una fuente diplomática europea preocupada por la señal que enviaría a Moscú un recorte de la ayuda estadounidense.
La consecuencia es que EEUU va a eliminar gradualmente los programas de asistencia en materia de seguridad para los ejércitos europeos situados en la frontera con Rusia, en tanto que está presionando al continente para que pague más por su propia defensa. Funcionarios del Pentágono informaron la semana pasada a diplomáticos europeos de que Estados Unidos ya no financiaría programas de entrenamiento y equipamiento de los ejércitos de los países de Europa del Este que estarían en primera línea en caso de conflicto con Rusia, según informaron fuentes conocedoras del asunto, explica Financial Times.
En un comunicado enviado a The Washington Post, la Casa Blanca afirma que su decisión de recortar la ayuda en materia de seguridad se había “coordinado” con los europeos y era coherente tanto con la orden ejecutiva de Trump de reevaluar la ayuda exterior estadounidense como con su “insistencia desde hace tiempo en garantizar que Europa asuma una mayor responsabilidad en su propia defensa”.
“Europa ha dado un paso adelante”, afirma el comunicado, “nos complace que los aliados europeos estén asumiendo más iniciativas en materia de defensa”.
El gasto para el programa del Pentágono, que se rige por una autoridad conocida como sección 333, informa FT, debe ser aprobado por el Congreso de los Estados Unidos, pero la administración Trump no ha solicitado más fondos. Los fondos ya aprobados estarán disponibles hasta finales de septiembre de 2026.
Bajo la presión de Trump, los aliados estadounidenses de la OTAN acordaron en junio aumentar su gasto en defensa hasta el 5% del PIB.
La reducción de la financiación de la sección 333 afectaría a un programa con un presupuesto mundial de más de 1.000 millones de dólares, según las estimaciones de los asesores del Senado, lo que podría suponer un recorte de cientos de millones de dólares que Estados Unidos envía a los países fronterizos con Rusia. El Pentágono no ha informado a los legisladores de la cantidad exacta que se eliminará.
El programa asignó 1.600 millones de dólares a Europa entre 2018 y 2022, aproximadamente el 29% del gasto global de la sección 333, según la Oficina de Responsabilidad Gubernamental de Estados Unidos. Entre los principales beneficiarios se encuentran Estonia, Letonia y Lituania.
En el Congreso, controlado por los republicanos, donde el apoyo de ambos partidos a la OTAN y Ucrania sigue siendo fuerte, los asesores expresaron a los medios estadounidenses su sorpresa con el plan de la Administración, afirmaron que no está claro exactamente cuántos fondos se verán afectados y si parte del dinero destinado a ello está relacionado con Ucrania. Un asesor del Senado afirmó que el Departamento de Defensa no ha informado a los legisladores sobre este asunto, a pesar de las solicitudes para que lo hiciera.
David Baker, responsable de la política europea y de la OTAN del Pentágono, informó a un grupo de funcionarios de defensa europeos de la decisión a finales de la semana pasada, atribuyendo el cambio a un cambio de prioridades dentro de la administración, según personas familiarizadas con el asunto.
Baker está muy alineado con el jefe de política del Pentágono, Elbridge Colby, quien lleva mucho tiempo defendiendo que Estados Unidos no puede mantener su actual nivel de apoyo a Europa y redoblar sus esfuerzos para disuadir a China en el Pacífico, una preocupación apremiante compartida en Washington, ya que Pekín lidera un rápido aumento de su poderío militar.
Algunas fuentes dijeron a The Washington Post que la mayor atención de la administración Trump a la seguridad fronteriza y la defensa nacional, además de China, es una de las principales razones para poner fin a la financiación de la seguridad europea.
Entre los programas que se suspenderán se encuentra la Iniciativa de Seguridad del Báltico, centrado en reforzar a esos tres países –Estonia, Letonia y Lituania– con fondos para infraestructura militar y entrenamiento. Dentro de la OTAN, Estonia, Lituania y Letonia son los países que más gastan de su PIB en defensa, pero tienen economías relativamente pequeñas, por lo que la financiación estadounidense es muy importante para ellos.
El programa comenzó en 2018 y desde entonces ha casi duplicado su tamaño cada año, según Lauren Speranza, exasesora del secretario de Defensa Lloyd Austin y ahora miembro del Centro de Análisis de Políticas Europeas. El dinero es una muestra simbólica de apoyo a la defensa de estos países, dijo, al tiempo que protege contra la posibilidad de un ataque ruso.
A principios de este verano, la Comisión de Asignaciones del Senado aprobó 225 millones de dólares para la iniciativa del Báltico en su proyecto de ley de gastos de defensa, aunque la legislación aún no se ha sometido a votación en el pleno de la cámara.
Durante una visita del presidente de Polonia a la Casa Blanca el miércoles, Trump dijo que Estados Unidos no retiraría sus tropas del país, un estrecho aliado de los países bálticos, aunque reconoció que la administración ha pensado en hacerlo en otros lugares.
No quedó claro qué otros programas se verán afectados por los recortes ni cuándo se agotarán los fondos previamente autorizados por el Congreso. Los fondos restantes de los programas pueden gastarse hasta octubre de 2026.
Es probable que la decisión provoque una reacción negativa por parte del Congreso, donde los legisladores de ambos partidos están cada vez más preocupados por el hecho de que la Administración Trump no esté gastando el dinero tal y como ellos lo establecen en la ley, incluida una solicitud de última hora para no enviar alrededor de 5.000 millones de dólares en ayuda exterior previamente aprobada por los legisladores.
Según personas familiarizadas con el asunto, lo que preocupa en el Capitolio es que, incluso si los legisladores aprobaran fondos para los programas de seguridad europeos, el Departamento de Defensa podría redirigir la financiación sin su consentimiento, un proceso conocido como “reprogramación” que permite al Pentágono mover pequeñas cantidades de dinero sin la aprobación del Congreso en determinados casos.
La Cámara de Representantes y el Senado podrían tomar medidas para proteger los programas de la Ley de Autorización de Defensa Nacional, el proyecto de ley de política de defensa que debe aprobarse y que pronto se someterá a votación en cada cámara. La decisión, adelantada por Financial Times y The Washington Post, afecta a cientos de millones de dólares en ayuda militar a países fronterizos con Rusia, y llega tras las presiones de Washington a los aliados de la OTAN para que paguen más por su propia defensa
La Administración Trump tiene la intención de poner fin a los programas de asistencia en materia de seguridad para Europa, según informan este jueves Financial Times y The Washington Post. Estos programas, que llevan mucho tiempo en marcha, incluyen el plan para reforzar el flanco oriental del continente contra un posible ataque de Rusia. La decisión llega tras las presiones de Washington a los aliados de la OTAN para que paguen más por su propia defensa, y se encuadra en la idea de Trump de redefinir el papel de Washington dentro de la OTAN.
La decisión afectaría a cientos de millones de dólares en ayuda militar de la que dependen algunos de los Estados miembro más vulnerables de la Alianza Atlántica, y, según el diario estadounidense, ha alarmado a los aliados, que han visto cómo Donald Trump, ansioso por llegar a un acuerdo para poner fin a la guerra en Ucrania, ha rescatado a Vladímir Putin del aislamiento diplomático.
“A los rusos solo les importan realmente los dólares estadounidenses, las tropas estadounidenses y la bandera estadounidense”, afirma a The Washington Post una fuente diplomática europea preocupada por la señal que enviaría a Moscú un recorte de la ayuda estadounidense.
La consecuencia es que EEUU va a eliminar gradualmente los programas de asistencia en materia de seguridad para los ejércitos europeos situados en la frontera con Rusia, en tanto que está presionando al continente para que pague más por su propia defensa. Funcionarios del Pentágono informaron la semana pasada a diplomáticos europeos de que Estados Unidos ya no financiaría programas de entrenamiento y equipamiento de los ejércitos de los países de Europa del Este que estarían en primera línea en caso de conflicto con Rusia, según informaron fuentes conocedoras del asunto, explica Financial Times.
En un comunicado enviado a The Washington Post, la Casa Blanca afirma que su decisión de recortar la ayuda en materia de seguridad se había “coordinado” con los europeos y era coherente tanto con la orden ejecutiva de Trump de reevaluar la ayuda exterior estadounidense como con su “insistencia desde hace tiempo en garantizar que Europa asuma una mayor responsabilidad en su propia defensa”.
“Europa ha dado un paso adelante”, afirma el comunicado, “nos complace que los aliados europeos estén asumiendo más iniciativas en materia de defensa”.
El gasto para el programa del Pentágono, que se rige por una autoridad conocida como sección 333, informa FT, debe ser aprobado por el Congreso de los Estados Unidos, pero la administración Trump no ha solicitado más fondos. Los fondos ya aprobados estarán disponibles hasta finales de septiembre de 2026.
Bajo la presión de Trump, los aliados estadounidenses de la OTAN acordaron en junio aumentar su gasto en defensa hasta el 5% del PIB.
La reducción de la financiación de la sección 333 afectaría a un programa con un presupuesto mundial de más de 1.000 millones de dólares, según las estimaciones de los asesores del Senado, lo que podría suponer un recorte de cientos de millones de dólares que Estados Unidos envía a los países fronterizos con Rusia. El Pentágono no ha informado a los legisladores de la cantidad exacta que se eliminará.
El programa asignó 1.600 millones de dólares a Europa entre 2018 y 2022, aproximadamente el 29% del gasto global de la sección 333, según la Oficina de Responsabilidad Gubernamental de Estados Unidos. Entre los principales beneficiarios se encuentran Estonia, Letonia y Lituania.
En el Congreso, controlado por los republicanos, donde el apoyo de ambos partidos a la OTAN y Ucrania sigue siendo fuerte, los asesores expresaron a los medios estadounidenses su sorpresa con el plan de la Administración, afirmaron que no está claro exactamente cuántos fondos se verán afectados y si parte del dinero destinado a ello está relacionado con Ucrania. Un asesor del Senado afirmó que el Departamento de Defensa no ha informado a los legisladores sobre este asunto, a pesar de las solicitudes para que lo hiciera.
David Baker, responsable de la política europea y de la OTAN del Pentágono, informó a un grupo de funcionarios de defensa europeos de la decisión a finales de la semana pasada, atribuyendo el cambio a un cambio de prioridades dentro de la administración, según personas familiarizadas con el asunto.
Baker está muy alineado con el jefe de política del Pentágono, Elbridge Colby, quien lleva mucho tiempo defendiendo que Estados Unidos no puede mantener su actual nivel de apoyo a Europa y redoblar sus esfuerzos para disuadir a China en el Pacífico, una preocupación apremiante compartida en Washington, ya que Pekín lidera un rápido aumento de su poderío militar.
Algunas fuentes dijeron a The Washington Post que la mayor atención de la administración Trump a la seguridad fronteriza y la defensa nacional, además de China, es una de las principales razones para poner fin a la financiación de la seguridad europea.
Entre los programas que se suspenderán se encuentra la Iniciativa de Seguridad del Báltico, centrado en reforzar a esos tres países –Estonia, Letonia y Lituania– con fondos para infraestructura militar y entrenamiento. Dentro de la OTAN, Estonia, Lituania y Letonia son los países que más gastan de su PIB en defensa, pero tienen economías relativamente pequeñas, por lo que la financiación estadounidense es muy importante para ellos.
El programa comenzó en 2018 y desde entonces ha casi duplicado su tamaño cada año, según Lauren Speranza, exasesora del secretario de Defensa Lloyd Austin y ahora miembro del Centro de Análisis de Políticas Europeas. El dinero es una muestra simbólica de apoyo a la defensa de estos países, dijo, al tiempo que protege contra la posibilidad de un ataque ruso.
A principios de este verano, la Comisión de Asignaciones del Senado aprobó 225 millones de dólares para la iniciativa del Báltico en su proyecto de ley de gastos de defensa, aunque la legislación aún no se ha sometido a votación en el pleno de la cámara.
Durante una visita del presidente de Polonia a la Casa Blanca el miércoles, Trump dijo que Estados Unidos no retiraría sus tropas del país, un estrecho aliado de los países bálticos, aunque reconoció que la administración ha pensado en hacerlo en otros lugares.
No quedó claro qué otros programas se verán afectados por los recortes ni cuándo se agotarán los fondos previamente autorizados por el Congreso. Los fondos restantes de los programas pueden gastarse hasta octubre de 2026.
Es probable que la decisión provoque una reacción negativa por parte del Congreso, donde los legisladores de ambos partidos están cada vez más preocupados por el hecho de que la Administración Trump no esté gastando el dinero tal y como ellos lo establecen en la ley, incluida una solicitud de última hora para no enviar alrededor de 5.000 millones de dólares en ayuda exterior previamente aprobada por los legisladores.
Según personas familiarizadas con el asunto, lo que preocupa en el Capitolio es que, incluso si los legisladores aprobaran fondos para los programas de seguridad europeos, el Departamento de Defensa podría redirigir la financiación sin su consentimiento, un proceso conocido como “reprogramación” que permite al Pentágono mover pequeñas cantidades de dinero sin la aprobación del Congreso en determinados casos.
La Cámara de Representantes y el Senado podrían tomar medidas para proteger los programas de la Ley de Autorización de Defensa Nacional, el proyecto de ley de política de defensa que debe aprobarse y que pronto se someterá a votación en cada cámara.
La Administración Trump tiene la intención de poner fin a los programas de asistencia en materia de seguridad para Europa, según informan este jueves Financial Times y The Washington Post. Estos programas, que llevan mucho tiempo en marcha, incluyen el plan para reforzar el flanco oriental del continente contra un posible ataque de Rusia. La decisión llega tras las presiones de Washington a los aliados de la OTAN para que paguen más por su propia defensa, y se encuadra en la idea de Trump de redefinir el papel de Washington dentro de la OTAN.
La decisión afectaría a cientos de millones de dólares en ayuda militar de la que dependen algunos de los Estados miembro más vulnerables de la Alianza Atlántica, y, según el diario estadounidense, ha alarmado a los aliados, que han visto cómo Donald Trump, ansioso por llegar a un acuerdo para poner fin a la guerra en Ucrania, ha rescatado a Vladímir Putin del aislamiento diplomático.
“A los rusos solo les importan realmente los dólares estadounidenses, las tropas estadounidenses y la bandera estadounidense”, afirma a The Washington Post una fuente diplomática europea preocupada por la señal que enviaría a Moscú un recorte de la ayuda estadounidense.
La consecuencia es que EEUU va a eliminar gradualmente los programas de asistencia en materia de seguridad para los ejércitos europeos situados en la frontera con Rusia, en tanto que está presionando al continente para que pague más por su propia defensa. Funcionarios del Pentágono informaron la semana pasada a diplomáticos europeos de que Estados Unidos ya no financiaría programas de entrenamiento y equipamiento de los ejércitos de los países de Europa del Este que estarían en primera línea en caso de conflicto con Rusia, según informaron fuentes conocedoras del asunto, explica Financial Times.
En un comunicado enviado a The Washington Post, la Casa Blanca afirma que su decisión de recortar la ayuda en materia de seguridad se había “coordinado” con los europeos y era coherente tanto con la orden ejecutiva de Trump de reevaluar la ayuda exterior estadounidense como con su “insistencia desde hace tiempo en garantizar que Europa asuma una mayor responsabilidad en su propia defensa”.
“Europa ha dado un paso adelante”, afirma el comunicado, “nos complace que los aliados europeos estén asumiendo más iniciativas en materia de defensa”.
El gasto para el programa del Pentágono, que se rige por una autoridad conocida como sección 333, informa FT, debe ser aprobado por el Congreso de los Estados Unidos, pero la administración Trump no ha solicitado más fondos. Los fondos ya aprobados estarán disponibles hasta finales de septiembre de 2026.
Bajo la presión de Trump, los aliados estadounidenses de la OTAN acordaron en junio aumentar su gasto en defensa hasta el 5% del PIB.
La reducción de la financiación de la sección 333 afectaría a un programa con un presupuesto mundial de más de 1.000 millones de dólares, según las estimaciones de los asesores del Senado, lo que podría suponer un recorte de cientos de millones de dólares que Estados Unidos envía a los países fronterizos con Rusia. El Pentágono no ha informado a los legisladores de la cantidad exacta que se eliminará.
El programa asignó 1.600 millones de dólares a Europa entre 2018 y 2022, aproximadamente el 29% del gasto global de la sección 333, según la Oficina de Responsabilidad Gubernamental de Estados Unidos. Entre los principales beneficiarios se encuentran Estonia, Letonia y Lituania.
En el Congreso, controlado por los republicanos, donde el apoyo de ambos partidos a la OTAN y Ucrania sigue siendo fuerte, los asesores expresaron a los medios estadounidenses su sorpresa con el plan de la Administración, afirmaron que no está claro exactamente cuántos fondos se verán afectados y si parte del dinero destinado a ello está relacionado con Ucrania. Un asesor del Senado afirmó que el Departamento de Defensa no ha informado a los legisladores sobre este asunto, a pesar de las solicitudes para que lo hiciera.
David Baker, responsable de la política europea y de la OTAN del Pentágono, informó a un grupo de funcionarios de defensa europeos de la decisión a finales de la semana pasada, atribuyendo el cambio a un cambio de prioridades dentro de la administración, según personas familiarizadas con el asunto.
Baker está muy alineado con el jefe de política del Pentágono, Elbridge Colby, quien lleva mucho tiempo defendiendo que Estados Unidos no puede mantener su actual nivel de apoyo a Europa y redoblar sus esfuerzos para disuadir a China en el Pacífico, una preocupación apremiante compartida en Washington, ya que Pekín lidera un rápido aumento de su poderío militar.
Algunas fuentes dijeron a The Washington Post que la mayor atención de la administración Trump a la seguridad fronteriza y la defensa nacional, además de China, es una de las principales razones para poner fin a la financiación de la seguridad europea.
Entre los programas que se suspenderán se encuentra la Iniciativa de Seguridad del Báltico, centrado en reforzar a esos tres países –Estonia, Letonia y Lituania– con fondos para infraestructura militar y entrenamiento. Dentro de la OTAN, Estonia, Lituania y Letonia son los países que más gastan de su PIB en defensa, pero tienen economías relativamente pequeñas, por lo que la financiación estadounidense es muy importante para ellos.
El programa comenzó en 2018 y desde entonces ha casi duplicado su tamaño cada año, según Lauren Speranza, exasesora del secretario de Defensa Lloyd Austin y ahora miembro del Centro de Análisis de Políticas Europeas. El dinero es una muestra simbólica de apoyo a la defensa de estos países, dijo, al tiempo que protege contra la posibilidad de un ataque ruso.
A principios de este verano, la Comisión de Asignaciones del Senado aprobó 225 millones de dólares para la iniciativa del Báltico en su proyecto de ley de gastos de defensa, aunque la legislación aún no se ha sometido a votación en el pleno de la cámara.
Durante una visita del presidente de Polonia a la Casa Blanca el miércoles, Trump dijo que Estados Unidos no retiraría sus tropas del país, un estrecho aliado de los países bálticos, aunque reconoció que la administración ha pensado en hacerlo en otros lugares.
No quedó claro qué otros programas se verán afectados por los recortes ni cuándo se agotarán los fondos previamente autorizados por el Congreso. Los fondos restantes de los programas pueden gastarse hasta octubre de 2026.
Es probable que la decisión provoque una reacción negativa por parte del Congreso, donde los legisladores de ambos partidos están cada vez más preocupados por el hecho de que la Administración Trump no esté gastando el dinero tal y como ellos lo establecen en la ley, incluida una solicitud de última hora para no enviar alrededor de 5.000 millones de dólares en ayuda exterior previamente aprobada por los legisladores.
Según personas familiarizadas con el asunto, lo que preocupa en el Capitolio es que, incluso si los legisladores aprobaran fondos para los programas de seguridad europeos, el Departamento de Defensa podría redirigir la financiación sin su consentimiento, un proceso conocido como “reprogramación” que permite al Pentágono mover pequeñas cantidades de dinero sin la aprobación del Congreso en determinados casos.
La Cámara de Representantes y el Senado podrían tomar medidas para proteger los programas de la Ley de Autorización de Defensa Nacional, el proyecto de ley de política de defensa que debe aprobarse y que pronto se someterá a votación en cada cámara.
ElDiario.es – Internacional