El presidente de EEUU apremia a Rusia y Ucrania a llegar a un acuerdo de paz ante el canciller alemán, Friedrich Merz: «Es increíble el nivel de odio entre esos dos hombres, pero también entre las partes enfrentadas. Mucho odio»
Donald Trump ha lanzado este jueves un mensaje a Volodímir Zelenski y a Vladímir Putin para que lleguen a un acuerdo. El presidente de EEUU, que volvió al Despacho Oval como el “pacificador”, ahora va asumiendo las cosas no ocurren solo porque él las enuncie. “Será muy, muy, muy duro para ambos países. Se necesitan dos para bailar un tango, pero vamos a ser muy firmes, ya sea con Rusia o con cualquier otro, vamos a ser muy duros, porque esto que está ocurriendo allí es un baño de sangre”, ha dicho delante del canciller alemán, Friedrich Merz, en una comparecencia en la que no se ha hablado nada de Gaza.
Trump ha explicado que en su conversación el jueves con el presidente ruso, le explicó una analogía: “Ves a dos niños pequeños peleándose con furia, se odian, y están peleando en un parque. Intentas separarlos, pero no quieren que los separen. A veces es mejor dejarlos pelear un rato y luego intervenir. Y le dije esa analogía a Putin ayer. Le dije: ”Presidente, tal vez va a tener que seguir peleando y sufriendo mucho, porque ambos lados están sufriendo, antes de que sea posible separarlos“.
“Y quizá esto sea algo negativo, porque estamos diciendo que sigan”, ha proseguido Trump, “pero hay mucho resentimiento entre los dos. Yo tengo que lidiar con ello, y el canciller también tiene que lidiar con ello. Es increíble el nivel de odio entre esos dos, entre esos dos hombres, pero también entre las partes enfrentadas”.
Trump ha reconocido que no tiene “una solución inmediata”.
“Me encantaría tenerla, pero va a haber más combates”, ha reconocido: “Él [Putin] atacó, y ellos respondieron [Ucrania] con dureza. Se adentraron en Rusia, y él me lo dijo: ‘No tenemos más remedio que atacar después de eso’. No me gusta. Le dije: ‘No lo hagas. No deberías hacerlo. Deberías parar’. Pero hay mucho odio. En algún momento ocurrirá, creo en eso. Y si no ocurre, o si veo que alguien se pasa de la raya, si Rusia se pasa de la raya, se van a sorprender de lo firmes que seremos”.
Regalo para Trump
Merz ha regalado en su visita a Washington el certificado de nacimiento del abuelo paterno del presidente de EEUU, Frederick Trump, que nació en 1869 en la actual Alemania, enmarcado.
Frederick Trump (1869–1918) nació en Kallstadt, que entonces formaba parte del Reino de Baviera. En 1885, con apenas 16 años, emigró a Estados Unidos en busca de mejores oportunidades, como muchos alemanes de su generación, explica Efe.
Tras amasar una fortuna, el fundador de la dinastía Trump volvió a Kallstadt, pero en 1905 las autoridades le revocaron la ciudadanía porque había emigrado sin cumplir con el servicio militar obligatorio y regresó a Nueva York.
El presidente de EE.UU., Donald Trump (d), y el canciller alemán, Friedrich Merz, se reúnen en el Despacho Oval de la Casa Blanca en Washington, DC, EE. UU. EFE/CHRIS KLEPONIS El presidente de EEUU apremia a Rusia y Ucrania a llegar a un acuerdo de paz ante el canciller alemán, Friedrich Merz: «Es increíble el nivel de odio entre esos dos hombres, pero también entre las partes enfrentadas. Mucho odio»
Donald Trump ha lanzado este jueves un mensaje a Volodímir Zelenski y a Vladímir Putin para que lleguen a un acuerdo. El presidente de EEUU, que volvió al Despacho Oval como el “pacificador”, ahora va asumiendo las cosas no ocurren solo porque él las enuncie. “Será muy, muy, muy duro para ambos países. Se necesitan dos para bailar un tango, pero vamos a ser muy firmes, ya sea con Rusia o con cualquier otro, vamos a ser muy duros, porque esto que está ocurriendo allí es un baño de sangre”, ha dicho delante del canciller alemán, Friedrich Merz, en una comparecencia en la que no se ha hablado nada de Gaza.
Trump ha explicado que en su conversación el jueves con el presidente ruso, le explicó una analogía: “Ves a dos niños pequeños peleándose con furia, se odian, y están peleando en un parque. Intentas separarlos, pero no quieren que los separen. A veces es mejor dejarlos pelear un rato y luego intervenir. Y le dije esa analogía a Putin ayer. Le dije: ”Presidente, tal vez va a tener que seguir peleando y sufriendo mucho, porque ambos lados están sufriendo, antes de que sea posible separarlos“.
“Y quizá esto sea algo negativo, porque estamos diciendo que sigan”, ha proseguido Trump, “pero hay mucho resentimiento entre los dos. Yo tengo que lidiar con ello, y el canciller también tiene que lidiar con ello. Es increíble el nivel de odio entre esos dos, entre esos dos hombres, pero también entre las partes enfrentadas”.
Trump ha reconocido que no tiene “una solución inmediata”.
“Me encantaría tenerla, pero va a haber más combates”, ha reconocido: “Él [Putin] atacó, y ellos respondieron [Ucrania] con dureza. Se adentraron en Rusia, y él me lo dijo: ‘No tenemos más remedio que atacar después de eso’. No me gusta. Le dije: ‘No lo hagas. No deberías hacerlo. Deberías parar’. Pero hay mucho odio. En algún momento ocurrirá, creo en eso. Y si no ocurre, o si veo que alguien se pasa de la raya, si Rusia se pasa de la raya, se van a sorprender de lo firmes que seremos”.
Regalo para Trump
Merz ha regalado en su visita a Washington el certificado de nacimiento del abuelo paterno del presidente de EEUU, Frederick Trump, que nació en 1869 en la actual Alemania, enmarcado.
Frederick Trump (1869–1918) nació en Kallstadt, que entonces formaba parte del Reino de Baviera. En 1885, con apenas 16 años, emigró a Estados Unidos en busca de mejores oportunidades, como muchos alemanes de su generación, explica Efe.
Tras amasar una fortuna, el fundador de la dinastía Trump volvió a Kallstadt, pero en 1905 las autoridades le revocaron la ciudadanía porque había emigrado sin cumplir con el servicio militar obligatorio y regresó a Nueva York.
El presidente de EE.UU., Donald Trump (d), y el canciller alemán, Friedrich Merz, se reúnen en el Despacho Oval de la Casa Blanca en Washington, DC, EE. UU. EFE/CHRIS KLEPONIS
Donald Trump ha lanzado este jueves un mensaje a Volodímir Zelenski y a Vladímir Putin para que lleguen a un acuerdo. El presidente de EEUU, que volvió al Despacho Oval como el “pacificador”, ahora va asumiendo las cosas no ocurren solo porque él las enuncie. “Será muy, muy, muy duro para ambos países. Se necesitan dos para bailar un tango, pero vamos a ser muy firmes, ya sea con Rusia o con cualquier otro, vamos a ser muy duros, porque esto que está ocurriendo allí es un baño de sangre”, ha dicho delante del canciller alemán, Friedrich Merz, en una comparecencia en la que no se ha hablado nada de Gaza.
Trump ha explicado que en su conversación el jueves con el presidente ruso, le explicó una analogía: “Ves a dos niños pequeños peleándose con furia, se odian, y están peleando en un parque. Intentas separarlos, pero no quieren que los separen. A veces es mejor dejarlos pelear un rato y luego intervenir. Y le dije esa analogía a Putin ayer. Le dije: ”Presidente, tal vez va a tener que seguir peleando y sufriendo mucho, porque ambos lados están sufriendo, antes de que sea posible separarlos“.
“Y quizá esto sea algo negativo, porque estamos diciendo que sigan”, ha proseguido Trump, “pero hay mucho resentimiento entre los dos. Yo tengo que lidiar con ello, y el canciller también tiene que lidiar con ello. Es increíble el nivel de odio entre esos dos, entre esos dos hombres, pero también entre las partes enfrentadas”.
Trump ha reconocido que no tiene “una solución inmediata”.
“Me encantaría tenerla, pero va a haber más combates”, ha reconocido: “Él [Putin] atacó, y ellos respondieron [Ucrania] con dureza. Se adentraron en Rusia, y él me lo dijo: ‘No tenemos más remedio que atacar después de eso’. No me gusta. Le dije: ‘No lo hagas. No deberías hacerlo. Deberías parar’. Pero hay mucho odio. En algún momento ocurrirá, creo en eso. Y si no ocurre, o si veo que alguien se pasa de la raya, si Rusia se pasa de la raya, se van a sorprender de lo firmes que seremos”.
Merz ha regalado en su visita a Washington el certificado de nacimiento del abuelo paterno del presidente de EEUU, Frederick Trump, que nació en 1869 en la actual Alemania, enmarcado.
Frederick Trump (1869–1918) nació en Kallstadt, que entonces formaba parte del Reino de Baviera. En 1885, con apenas 16 años, emigró a Estados Unidos en busca de mejores oportunidades, como muchos alemanes de su generación, explica Efe.
Tras amasar una fortuna, el fundador de la dinastía Trump volvió a Kallstadt, pero en 1905 las autoridades le revocaron la ciudadanía porque había emigrado sin cumplir con el servicio militar obligatorio y regresó a Nueva York.
ElDiario.es – Internacional
