El suceso tuvo lugar en 2013 en una travesía desde Galveston hasta Cozumel Leer El suceso tuvo lugar en 2013 en una travesía desde Galveston hasta Cozumel Leer
El 24 de junio Netflix estrenó Fiasco total: El crucero de la caca, documental dirigido por James Ross. La producción narra la historia de los pasajeros que se embarcaron en una travesía de lujo desde desde Galveston (Texas, Estados Unidos) hasta Cozumel (México) y que, tras un incendio en la sala de máquinas, se quedaron sin electridad.
Debido al corte de luz, la embarcación quedó a la deriva, sin energía para la propulsión, la refrigeración, la iluminación, el aire acondicionado o los inodoros. Las aguas residuales comenzaron a filtrarse por todo el barco, los suministros de comida se acababan y los 4.000 pasajeros se rebelaron.
El suceso, que tuvo lugar en 2013, copó los titulares de numerosos medios, que bautizaron la embarcación como «poop cruise» (el crucero de la caca).
A raíz del estreno del documental, Daily Mail ha recogido los testimonios de algunos de los afectados por el suceso. El personal del barco les indicó a los pasajeros que orinaran en las duchas y que usaran bolsas rojas para defecar, pero que no las arrojaran por la borda, ya que eso iba en contra del derecho marítimo internacional.
Un hombre de Oklahoma ha contado al medio que su mujer sufre síndrome de estrés postraumático. «Vio unos 30 segundos del tráiler y fue suficiente para ella. Le trajo malos recuerdos, hasta el punto de que le dieron náuseas. Realmente fue así de horrible. Cuando vio las bolsas rojas de desechos biológicos en el barco, no volvió a ser la misma. Hasta ese momento, en su mayoría habíamos olvidado los detalles, pero supongo que eso es lo que el síndrome de estrés postraumático le hace a una persona», relató.
Otra pasajera aseguró que algunos pasajeros empezaron a acumular provisiones. «Se comportaron como animales, cada uno luchaba por sí mismo. Los suelos estaban mojados por las tuberías y el olor era horrible, como estar en una alcantarilla», rememoró. «Nos dijeron que dejáramos las bolsas en el pasillo y que las recogerían, pero en los últimos días no lo hicieron», añadió.
La pasajera recuerda que ofrecieron alcohol gratis, lo que provocó que la gente actuara «de forma desquiciada, así que decidieron no servir más alcohol». «La parte más aterradora fue cuando el barco se inclinaba demasiado y empecé a rezar con todas mis fuerzas. Era como ver una película de un desastre», lamentó.
El abogado Frank Spagnoletti, que representa a un centenar de afectados, reveló al medio que dos mujeres fueron agredidas sexualmente por otros pasajeros. «Mucha gente está traumatizada por lo que vivió», agregó.
Una joven que tenía 12 años cuando quedó atrapada en el crucero subraya que el documental ni siquiera se acerca al horror que vivieron. «Es la cosa más aterradora que me ha pasado«, expuso.
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