Tras días en el hospital aquejado de neumonía, el popular cómico italiano falleció en la tarde de ayer a los 75 años de edad
Álvaro Vitali, quien en los años 70 encarnara la figura de Jaimito –el personaje eterno indisciplinado, vestido a la antigua, orondo y ataviado con su característico sombrero de botarate, entre tonto y genial– ha muerto a los 75 años en Roma. Una bronconeumonía recidivant, según había explicado su exmujer Stefania Corona, lo había llevado quince días antes a un hospital, donde finalmente falleció en la tarde de ayer.
Nacido en 1950, al terminar octavo curso abandonó los estudios y, tras trabajar un tiempo como electricista, tuvo la oportunidad que dio un vuelco a su carrera: conocer y hacer reír a Fellini. El legendario director captó rápidamente su vis cómica y lo utilizó en sus filmes desde bien temprano. Así, Vitali tuvo papeles relevantes en Satyricon, I clowns, Roma y sobre todo Amarcord, donde lideraba la banda de muchachos del pueblo.
El gran éxito, sin embargo, le llegaría con la serie Jaimito. No obstante también fue su condena, ya que desde entonces, sería “Jaimito para siempre”. “En Italia no es como en Estados Unidos, donde puedes hacer cualquier papel; para ellos yo solo podía ser Jaimito”, se quejaba amargamente en una ocasión.
En sus momentos de mayor popularidad, llegó a ganar 90 millones de liras por un filme, como sucediera en 1983, pero gastó el dinero a espuertas y actualmente vivía de una pensión de 1400 euros. Hacía 27 años que estaba casado con Stefania Corona, de la que se había separado recientemente. Tras días en el hospital aquejado de neumonía, el popular cómico italiano falleció en la tarde de ayer a los 75 años de edad
Álvaro Vitali, quien en los años 70 encarnara la figura de Jaimito –el personaje eterno indisciplinado, vestido a la antigua, orondo y ataviado con su característico sombrero de botarate, entre tonto y genial– ha muerto a los 75 años en Roma. Una bronconeumonía recidivant, según había explicado su exmujer Stefania Corona, lo había llevado quince días antes a un hospital, donde finalmente falleció en la tarde de ayer.
Nacido en 1950, al terminar octavo curso abandonó los estudios y, tras trabajar un tiempo como electricista, tuvo la oportunidad que dio un vuelco a su carrera: conocer y hacer reír a Fellini. El legendario director captó rápidamente su vis cómica y lo utilizó en sus filmes desde bien temprano. Así, Vitali tuvo papeles relevantes en Satyricon, I clowns, Roma y sobre todo Amarcord, donde lideraba la banda de muchachos del pueblo.
El gran éxito, sin embargo, le llegaría con la serie Jaimito. No obstante también fue su condena, ya que desde entonces, sería “Jaimito para siempre”. “En Italia no es como en Estados Unidos, donde puedes hacer cualquier papel; para ellos yo solo podía ser Jaimito”, se quejaba amargamente en una ocasión.
En sus momentos de mayor popularidad, llegó a ganar 90 millones de liras por un filme, como sucediera en 1983, pero gastó el dinero a espuertas y actualmente vivía de una pensión de 1400 euros. Hacía 27 años que estaba casado con Stefania Corona, de la que se había separado recientemente.
Álvaro Vitali, quien en los años 70 encarnara la figura de Jaimito –el personaje eterno indisciplinado, vestido a la antigua, orondo y ataviado con su característico sombrero de botarate, entre tonto y genial– ha muerto a los 75 años en Roma. Una bronconeumonía recidivant, según había explicado su exmujer Stefania Corona, lo había llevado quince días antes a un hospital, donde finalmente falleció en la tarde de ayer.
Nacido en 1950, al terminar octavo curso abandonó los estudios y, tras trabajar un tiempo como electricista, tuvo la oportunidad que dio un vuelco a su carrera: conocer y hacer reír a Fellini. El legendario director captó rápidamente su bis cómica y lo utilizó en sus filmes desde bien temprano. Así, Vitali tuvo papeles relevantes en Satyricon, I clowns, Roma y sobre todo Amarcord, donde lideraba la banda de muchachos del pueblo.
El gran éxito, sin embargo, le llegaría con la serie Jaimito. No obstante también fue su condena, ya que desde entonces, sería “Jaimito para siempre”. “En Italia no es como en Estados Unidos, donde puedes hacer cualquier papel; para ellos yo solo podía ser Jaimito”, se quejaba amargamente en una ocasión.
En sus momentos de mayor popularidad, llegó a ganar 90 millones de liras por un filme, como sucediera en 1983, pero gastó el dinero a espuertas y actualmente vivía de una pensión de 1400 euros. Hacía 27 años que estaba casado con Stefania Corona, de la que se había separado recientemente.
ElDiario.es – Cultura
