Castilla y León cerró el año 2023 con 4.858 contribuyentes con retribuciones superiores a los 150.000 euros anuales, lo que supone un incremento del 18,5 por ciento respecto al ejercicio anterior. A pesar de este aumento, representan apenas el 0,35 por ciento del total de declarantes del IRPF en la comunidad autónoma, según el último informe publicado por la Agencia Tributaria y recogido por Ical.
El crecimiento se concentra especialmente en el grupo de perceptores con sueldos de entre 150.000 y 601.000 euros, que sumaron 4.576 declarantes, un 20 por ciento más que en 2022. Sin embargo, el número de contribuyentes que superó los 601.000 euros anuales descendió ligeramente, de 284 a 282 personas. Este grupo supone solo el 0,02 por ciento del total de declaraciones presentadas en la comunidad.
A nivel comparativo, Castilla y León mantiene una proporción de altos ingresos muy inferior a su peso poblacional y fiscal. Aunque representa el 5,7 por ciento del total de declaraciones en España, apenas alberga el 1,9 por ciento de los contribuyentes que declaran más de 601.000 euros.
También crecieron de forma destacada los declarantes con ingresos entre 60.000 y 150.000 euros, que aumentaron un 14,6 por ciento hasta alcanzar los 48.234. Este grupo representa el 3,52 por ciento del total de declarantes en la comunidad.
En el conjunto de Castilla y León, el número total de declaraciones del IRPF ascendió a 1.369.003, un 4 por ciento más que en 2022. El tramo salarial más común es el de 30.000 a 60.000 euros, con 302.534 contribuyentes (22,1 por ciento), seguido de los declarantes con entre 12.000 y 21.000 euros (256.114) y de aquellos con entre 21.000 y 30.000 euros (250.484).
Por el contrario, descendió un 11,2 por ciento el grupo de perceptores con ingresos de entre 12.000 y 21.000 euros, lo que supone una reducción significativa en un tramo que históricamente ha representado a una parte importante de la clase trabajadora.
Casi uno de cada tres declarantes en Castilla y León —447.424 personas, el 32,6 por ciento— declaró ingresos inferiores a los 12.000 euros anuales. Dentro de este grupo, 188.479 personas ingresaron entre 1.500 y 6.000 euros; 162.879 entre 6.000 y 12.000; y 96.066 no superaron los 1.500 euros anuales.
El informe también refleja una brecha salarial por sexos. Mientras que los hombres declararon en 2023 una media de 24.112 euros (2,1% más), las mujeres se quedaron en los 19.364 euros (3,6% más), lo que deja una diferencia de 4.748 euros. A pesar de que la brecha se ha reducido ligeramente respecto al año anterior, sigue estando muy por debajo de la media nacional, donde la diferencia alcanza los 5.406 euros.
Por nacionalidad, los declarantes españoles percibieron ingresos medios de 22.453 euros, frente a los 13.594 euros de los extranjeros residentes en Castilla y León, una diferencia del 23,8 por ciento. Ambas cifras están por debajo de la media nacional, situada en 24.851 y 17.849 euros, respectivamente.
La entrada Los contribuyentes con rentas superiores a 150.000 euros crecen un 18,5% en Castilla y León, pero siguen siendo una minoría se publicó primero en El Bierzo Digital. Castilla y León cerró el año 2023 con 4.858 contribuyentes con retribuciones superiores a los 150.000 euros anuales, lo que supone un incremento del 18,5 por ciento respecto al ejercicio anterior. A pesar de este aumento, representan apenas el 0,35 por ciento del total de declarantes del IRPF en la comunidad autónoma, según el último informe publicado por la Agencia Tributaria y recogido por Ical.
El crecimiento se concentra especialmente en el grupo de perceptores con sueldos de entre 150.000 y 601.000 euros, que sumaron 4.576 declarantes, un 20 por ciento más que en 2022. Sin embargo, el número de contribuyentes que superó los 601.000 euros anuales descendió ligeramente, de 284 a 282 personas. Este grupo supone solo el 0,02 por ciento del total de declaraciones presentadas en la comunidad.
A nivel comparativo, Castilla y León mantiene una proporción de altos ingresos muy inferior a su peso poblacional y fiscal. Aunque representa el 5,7 por ciento del total de declaraciones en España, apenas alberga el 1,9 por ciento de los contribuyentes que declaran más de 601.000 euros.
También crecieron de forma destacada los declarantes con ingresos entre 60.000 y 150.000 euros, que aumentaron un 14,6 por ciento hasta alcanzar los 48.234. Este grupo representa el 3,52 por ciento del total de declarantes en la comunidad.
En el conjunto de Castilla y León, el número total de declaraciones del IRPF ascendió a 1.369.003, un 4 por ciento más que en 2022. El tramo salarial más común es el de 30.000 a 60.000 euros, con 302.534 contribuyentes (22,1 por ciento), seguido de los declarantes con entre 12.000 y 21.000 euros (256.114) y de aquellos con entre 21.000 y 30.000 euros (250.484).
Por el contrario, descendió un 11,2 por ciento el grupo de perceptores con ingresos de entre 12.000 y 21.000 euros, lo que supone una reducción significativa en un tramo que históricamente ha representado a una parte importante de la clase trabajadora.
Casi uno de cada tres declarantes en Castilla y León —447.424 personas, el 32,6 por ciento— declaró ingresos inferiores a los 12.000 euros anuales. Dentro de este grupo, 188.479 personas ingresaron entre 1.500 y 6.000 euros; 162.879 entre 6.000 y 12.000; y 96.066 no superaron los 1.500 euros anuales.
El informe también refleja una brecha salarial por sexos. Mientras que los hombres declararon en 2023 una media de 24.112 euros (2,1% más), las mujeres se quedaron en los 19.364 euros (3,6% más), lo que deja una diferencia de 4.748 euros. A pesar de que la brecha se ha reducido ligeramente respecto al año anterior, sigue estando muy por debajo de la media nacional, donde la diferencia alcanza los 5.406 euros.
Por nacionalidad, los declarantes españoles percibieron ingresos medios de 22.453 euros, frente a los 13.594 euros de los extranjeros residentes en Castilla y León, una diferencia del 23,8 por ciento. Ambas cifras están por debajo de la media nacional, situada en 24.851 y 17.849 euros, respectivamente.
La entrada Los contribuyentes con rentas superiores a 150.000 euros crecen un 18,5% en Castilla y León, pero siguen siendo una minoría se publicó primero en El Bierzo Digital.
Castilla y León cerró el año 2023 con 4.858 contribuyentes con retribuciones superiores a los 150.000 euros anuales, lo que supone un incremento del 18,5 por ciento respecto al ejercicio anterior. A pesar de este aumento, representan apenas el 0,35 por ciento del total de declarantes del IRPF en la comunidad autónoma, según el último informe publicado por la Agencia Tributaria y recogido por Ical.
El crecimiento se concentra especialmente en el grupo de perceptores con sueldos de entre 150.000 y 601.000 euros, que sumaron 4.576 declarantes, un 20 por ciento más que en 2022. Sin embargo, el número de contribuyentes que superó los 601.000 euros anuales descendió ligeramente, de 284 a 282 personas. Este grupo supone solo el 0,02 por ciento del total de declaraciones presentadas en la comunidad.
A nivel comparativo, Castilla y León mantiene una proporción de altos ingresos muy inferior a su peso poblacional y fiscal. Aunque representa el 5,7 por ciento del total de declaraciones en España, apenas alberga el 1,9 por ciento de los contribuyentes que declaran más de 601.000 euros.
También crecieron de forma destacada los declarantes con ingresos entre 60.000 y 150.000 euros, que aumentaron un 14,6 por ciento hasta alcanzar los 48.234. Este grupo representa el 3,52 por ciento del total de declarantes en la comunidad.
En el conjunto de Castilla y León, el número total de declaraciones del IRPF ascendió a 1.369.003, un 4 por ciento más que en 2022. El tramo salarial más común es el de 30.000 a 60.000 euros, con 302.534 contribuyentes (22,1 por ciento), seguido de los declarantes con entre 12.000 y 21.000 euros (256.114) y de aquellos con entre 21.000 y 30.000 euros (250.484).
Por el contrario, descendió un 11,2 por ciento el grupo de perceptores con ingresos de entre 12.000 y 21.000 euros, lo que supone una reducción significativa en un tramo que históricamente ha representado a una parte importante de la clase trabajadora.
Casi uno de cada tres declarantes en Castilla y León —447.424 personas, el 32,6 por ciento— declaró ingresos inferiores a los 12.000 euros anuales. Dentro de este grupo, 188.479 personas ingresaron entre 1.500 y 6.000 euros; 162.879 entre 6.000 y 12.000; y 96.066 no superaron los 1.500 euros anuales.
El informe también refleja una brecha salarial por sexos. Mientras que los hombres declararon en 2023 una media de 24.112 euros (2,1% más), las mujeres se quedaron en los 19.364 euros (3,6% más), lo que deja una diferencia de 4.748 euros. A pesar de que la brecha se ha reducido ligeramente respecto al año anterior, sigue estando muy por debajo de la media nacional, donde la diferencia alcanza los 5.406 euros.
Por nacionalidad, los declarantes españoles percibieron ingresos medios de 22.453 euros, frente a los 13.594 euros de los extranjeros residentes en Castilla y León, una diferencia del 23,8 por ciento. Ambas cifras están por debajo de la media nacional, situada en 24.851 y 17.849 euros, respectivamente.
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