El presidente de EEUU insiste en falsedades y afirmaciones engañosas sobre las protests en un discurso a las tropas en la base militar de Fort Bragg, en Carolina del NorteTrump militariza la respuesta a las protestas y amenaza con leyes de excepción mientras Los Ángeles decreta un toque de queda para el centro
Donald Trump volvió a repetir el martes una colección de falsedades y afirmaciones engañosas sobre la situación de tensión de Los Ángeles, la segunda ciudad de Estados Unidos, que se prepara ahora para la llegada de nuevas tropas federales.
El presidente de EEUU difamó a los líderes democráticos de California y describió a los manifestantes, de forma capciosa, como parte de una “invasión extranjera” durante un discurso a las tropas en la base militar de Fort Bragg, en Carolina del Norte.
Sus comentarios se producen mientras Los Ángeles se prepara para la llegada de cientos de soldados encargados de proteger a los trabajadores de los servicios de control de la inmigración, cuyas redadas han provocado protestas desde el viernes.
El despliegue inicial de 300 efectivos de la guardia nacional, que Trump puso bajo control federal pese a la protesta de los líderes californianos, pasará rápidamente a ser de 4.000, según las previsiones. Además, el martes empezaron a llegar 700 soldados, en este caso de los marines.
A continuación se analizan varias de las afirmaciones de Trump para comprobar su veracidad:
Trump afirma falsamente que los manifestantes portan banderas de otros países como parte de una ‘invasión extranjera’
El presidente estadounidense aseguró sin base alguna durante su enconado discurso en Fort Bragg que los manifestantes están dirigidos por “alborotadores a sueldo que llevan banderas extranjeras con el objetivo de continuar una invasión extranjera”.
Estos comentarios se hacen eco de otros previos de Stephen Miller, uno de los principales asesores de Trump y redactor de algunos de sus discursos, que el lunes escribió en las redes sociales que “extranjeros con banderas extranjeras” se estaban “revolviendo”. También de los de la secretaria de Seguridad Nacional, Kristi Noem, que esta semana acusó a la presidenta mexicana, Claudia Sheinbaum, de “animar a la protesta violenta”.
Sheinbaum respondió el martes que la afirmación es “absolutamente falsa”.
Algunos manifestantes de los últimos días llevaban banderas de México, Guatemala y El Salvador —así como banderas que combinaban las de esos tres países con la de EEUU— como muestra de orgullo étnico y solidaridad con los inmigrantes en una comunidad que en este momento es blanco de los funcionarios de inmigración.
Trump repite la teoría de la conspiración sin fundamento de que se facilitaron ladrillos a los manifestantes
El mandatario también aludió a una teoría de la conspiración que se ha vuelto viral, según la cual alguien dejó remesas de ladrillos en las calles para que los manifestantes los lanzasen a la policía. “Volvieron con ladrillos,” acusó.
Esta idea ya había sido cacareada reiteradamente en 2020, durante las protestas del movimiento Black lives matter que siguieron al asesinato en Minneapolis de George Floyd a manos de un policía.
Una semana después de la muerte de Floyd, en junio de 2020, la Casa Blanca de Trump dio pábulo a una teoría de la conspiración viral al publicar una colección de vídeos subidos a las redes sociales por gente que erróneamente creía que los montones de ladrillos que se iban encontrando los habían colocado miembros de “Antifa y anarquistas profesionales” para incitar a la violencia en las protestas.
En pocas horas, una vez los reporteros mostraron que los ladrillos en cuestión eran restos de obras en marcha antes del inicio de las protestas, la Casa Blanca borró el video de sus cuentas en redes sociales, sin dar explicaciones ni pedir disculpas, cuando ya lo habían visto más de un millón de personas en Twitter.
Trump da validez a la disparatada teoría de que el gobernador de California y la alcaldesa de Los Ángeles pagaron a camorristas, agitadores e insurrectos
El presidente también sostuvo que los mandatarios californianos pagaron a manifestantes para atacar a funcionarios federales, algo de lo que no hay la más mínima prueba.
“En Los Ángeles, el gobernador de California, la alcaldesa de Los Ángeles, son incompetentes y han pagado a camorristas, agitadores e insurrectos. Están tratando de volver inservible la ley federal y de ayudar a que invasores delincuentes ocupen la ciudad”, lanzó, sin asidero alguno con la realidad.
Esta teoría de la conspiración se repitió más tarde, como si de un hecho se tratase, en una publicación en redes del departamento de Seguridad Nacional. “Los políticos de California deben retirar a su turba amotinada”, decía el mensaje. El presidente de EEUU insiste en falsedades y afirmaciones engañosas sobre las protests en un discurso a las tropas en la base militar de Fort Bragg, en Carolina del NorteTrump militariza la respuesta a las protestas y amenaza con leyes de excepción mientras Los Ángeles decreta un toque de queda para el centro
Donald Trump volvió a repetir el martes una colección de falsedades y afirmaciones engañosas sobre la situación de tensión de Los Ángeles, la segunda ciudad de Estados Unidos, que se prepara ahora para la llegada de nuevas tropas federales.
El presidente de EEUU difamó a los líderes democráticos de California y describió a los manifestantes, de forma capciosa, como parte de una “invasión extranjera” durante un discurso a las tropas en la base militar de Fort Bragg, en Carolina del Norte.
Sus comentarios se producen mientras Los Ángeles se prepara para la llegada de cientos de soldados encargados de proteger a los trabajadores de los servicios de control de la inmigración, cuyas redadas han provocado protestas desde el viernes.
El despliegue inicial de 300 efectivos de la guardia nacional, que Trump puso bajo control federal pese a la protesta de los líderes californianos, pasará rápidamente a ser de 4.000, según las previsiones. Además, el martes empezaron a llegar 700 soldados, en este caso de los marines.
A continuación se analizan varias de las afirmaciones de Trump para comprobar su veracidad:
Trump afirma falsamente que los manifestantes portan banderas de otros países como parte de una ‘invasión extranjera’
El presidente estadounidense aseguró sin base alguna durante su enconado discurso en Fort Bragg que los manifestantes están dirigidos por “alborotadores a sueldo que llevan banderas extranjeras con el objetivo de continuar una invasión extranjera”.
Estos comentarios se hacen eco de otros previos de Stephen Miller, uno de los principales asesores de Trump y redactor de algunos de sus discursos, que el lunes escribió en las redes sociales que “extranjeros con banderas extranjeras” se estaban “revolviendo”. También de los de la secretaria de Seguridad Nacional, Kristi Noem, que esta semana acusó a la presidenta mexicana, Claudia Sheinbaum, de “animar a la protesta violenta”.
Sheinbaum respondió el martes que la afirmación es “absolutamente falsa”.
Algunos manifestantes de los últimos días llevaban banderas de México, Guatemala y El Salvador —así como banderas que combinaban las de esos tres países con la de EEUU— como muestra de orgullo étnico y solidaridad con los inmigrantes en una comunidad que en este momento es blanco de los funcionarios de inmigración.
Trump repite la teoría de la conspiración sin fundamento de que se facilitaron ladrillos a los manifestantes
El mandatario también aludió a una teoría de la conspiración que se ha vuelto viral, según la cual alguien dejó remesas de ladrillos en las calles para que los manifestantes los lanzasen a la policía. “Volvieron con ladrillos,” acusó.
Esta idea ya había sido cacareada reiteradamente en 2020, durante las protestas del movimiento Black lives matter que siguieron al asesinato en Minneapolis de George Floyd a manos de un policía.
Una semana después de la muerte de Floyd, en junio de 2020, la Casa Blanca de Trump dio pábulo a una teoría de la conspiración viral al publicar una colección de vídeos subidos a las redes sociales por gente que erróneamente creía que los montones de ladrillos que se iban encontrando los habían colocado miembros de “Antifa y anarquistas profesionales” para incitar a la violencia en las protestas.
En pocas horas, una vez los reporteros mostraron que los ladrillos en cuestión eran restos de obras en marcha antes del inicio de las protestas, la Casa Blanca borró el video de sus cuentas en redes sociales, sin dar explicaciones ni pedir disculpas, cuando ya lo habían visto más de un millón de personas en Twitter.
Trump da validez a la disparatada teoría de que el gobernador de California y la alcaldesa de Los Ángeles pagaron a camorristas, agitadores e insurrectos
El presidente también sostuvo que los mandatarios californianos pagaron a manifestantes para atacar a funcionarios federales, algo de lo que no hay la más mínima prueba.
“En Los Ángeles, el gobernador de California, la alcaldesa de Los Ángeles, son incompetentes y han pagado a camorristas, agitadores e insurrectos. Están tratando de volver inservible la ley federal y de ayudar a que invasores delincuentes ocupen la ciudad”, lanzó, sin asidero alguno con la realidad.
Esta teoría de la conspiración se repitió más tarde, como si de un hecho se tratase, en una publicación en redes del departamento de Seguridad Nacional. “Los políticos de California deben retirar a su turba amotinada”, decía el mensaje.
Donald Trump volvió a repetir el martes una colección de falsedades y afirmaciones engañosas sobre la situación de tensión de Los Ángeles, la segunda ciudad de Estados Unidos, que se prepara ahora para la llegada de nuevas tropas federales.
El presidente de EEUU difamó a los líderes democráticos de California y describió a los manifestantes, de forma capciosa, como parte de una “invasión extranjera” durante un discurso a las tropas en la base militar de Fort Bragg, en Carolina del Norte.
Sus comentarios se producen mientras Los Ángeles se prepara para la llegada de cientos de soldados encargados de proteger a los trabajadores de los servicios de control de la inmigración, cuyas redadas han provocado protestas desde el viernes.
El despliegue inicial de 300 efectivos de la guardia nacional, que Trump puso bajo control federal pese a la protesta de los líderes californianos, pasará rápidamente a ser de 4.000, según las previsiones. Además, el martes empezaron a llegar 700 soldados, en este caso de los marines.
A continuación se analizan varias de las afirmaciones de Trump para comprobar su veracidad:
Trump afirma falsamente que los manifestantes portan banderas de otros países como parte de una ‘invasión extranjera’
El presidente estadounidense aseguró sin base alguna durante su enconado discurso en Fort Bragg que los manifestantes están dirigidos por “alborotadores a sueldo que llevan banderas extranjeras con el objetivo de continuar una invasión extranjera”.
Estos comentarios se hacen eco de otros previos de Stephen Miller, uno de los principales asesores de Trump y redactor de algunos de sus discursos, que el lunes escribió en las redes sociales que “extranjeros con banderas extranjeras” se estaban “revolviendo”. También de los de la secretaria de Seguridad Nacional, Kristi Noem, que esta semana acusó a la presidenta mexicana, Claudia Sheinbaum, de “animar a la protesta violenta”.
Sheinbaum respondió el martes que la afirmación es “absolutamente falsa”.
Algunos manifestantes de los últimos días llevaban banderas de México, Guatemala y El Salvador —así como banderas que combinaban las de esos tres países con la de EEUU— como muestra de orgullo étnico y solidaridad con los inmigrantes en una comunidad que en este momento es blanco de los funcionarios de inmigración.
Trump repite la teoría de la conspiración sin fundamento de que se facilitaron ladrillos a los manifestantes
El mandatario también aludió a una teoría de la conspiración que se ha vuelto viral, según la cual alguien dejó remesas de ladrillos en las calles para que los manifestantes los lanzasen a la policía. “Volvieron con ladrillos,” acusó.
Esta idea ya había sido cacareada reiteradamente en 2020, durante las protestas del movimiento Black lives matter que siguieron al asesinato en Minneapolis de George Floyd a manos de un policía.
Una semana después de la muerte de Floyd, en junio de 2020, la Casa Blanca de Trump dio pábulo a una teoría de la conspiración viral al publicar una colección de vídeos subidos a las redes sociales por gente que erróneamente creía que los montones de ladrillos que se iban encontrando los habían colocado miembros de “Antifa y anarquistas profesionales” para incitar a la violencia en las protestas.
En pocas horas, una vez los reporteros mostraron que los ladrillos en cuestión eran restos de obras en marcha antes del inicio de las protestas, la Casa Blanca borró el video de sus cuentas en redes sociales, sin dar explicaciones ni pedir disculpas, cuando ya lo habían visto más de un millón de personas en Twitter.
Trump da validez a la disparatada teoría de que el gobernador de California y la alcaldesa de Los Ángeles pagaron a camorristas, agitadores e insurrectos
El presidente también sostuvo que los mandatarios californianos pagaron a manifestantes para atacar a funcionarios federales, algo de lo que no hay la más mínima prueba.
“En Los Ángeles, el gobernador de California, la alcaldesa de Los Ángeles, son incompetentes y han pagado a camorristas, agitadores e insurrectos. Están tratando de volver inservible la ley federal y de ayudar a que invasores delincuentes ocupen la ciudad”, lanzó, sin asidero alguno con la realidad.
Esta teoría de la conspiración se repitió más tarde, como si de un hecho se tratase, en una publicación en redes del departamento de Seguridad Nacional. “Los políticos de California deben retirar a su turba amotinada”, decía el mensaje.
ElDiario.es – Internacional