España ya está destinando al gasto militar el 2% de su producto interior bruto (PIB) durante 2025, según constata el último informe de la OTAN sobre esta materia. España, junto a Portugal, Alemania, Bélgica, Macedonia del Norte, República Checa y Luxemburgo, se encuentra aún entre los países que menos proporción de su PIB destinan a este ámbito, pero supone que cumple por primera vez con el objetivo de gasto que los miembros de la organización acordaron en 2014 para la década posterior. Entonces, España dedicaba un 0,92% del PIB al gasto militar. El Gobierno ha recibido esta noticia con satisfacción y aseguran que cumplen con el objetivo al que comprometió Pedro Sánchez para finales de este año. “Hemos hecho un esfuerzo importantísimo, pero eso demuestra una vez más que estamos comprometidos con la paz, con nuestros socios europeos y con la Alianza Atlántica”, ha asegurado la ministra de Defensa desde Berlín, donde se ha reunido con su homólogo alemán, Boris Pistorius. Informa Almudena de Cabo.
Un informe de la Alianza muestra que el Gobierno cumple por primera vez con el objetivo acordado en 2014 para esta década
España ya está destinando al gasto militar el 2% de su producto interior bruto (PIB) durante 2025, según constata el último informe de la OTAN sobre esta materia. España, junto a Portugal, Alemania, Bélgica, Macedonia del Norte, República Checa y Luxemburgo, se encuentra aún entre los países que menos proporción de su PIB destinan a este ámbito, pero supone que cumple por primera vez con el objetivo de gasto que los miembros de la organización acordaron en 2014 para la década posterior. Entonces, España dedicaba un 0,92% del PIB al gasto militar. Fuentes del Ministerio de Defensa indican que España “da respuesta a las necesidades de la Alianza como socio fiable y responsable y cumple con el compromiso adquirido”.
En su regreso a la Casa Blanca, el presidente de Estados Unidos, Donald Trump, empezó a presionar y amenazar a sus aliados para elevar su gasto militar hasta el 5% del PIB. Antes de ello, la hoja de ruta del Gobierno español preveía un gasto militar de un 1,32% en 2025 para alcanzar el 2% comprometido en 2029.
En un comunicado, la OTAN señaló que se trata de cifras recopiladas hasta el 3 de junio de este año, con “estimaciones” de gasto para este 2025. Pero celebra que todos sus países miembros vayan a cumplir ya este ejercicio con el objetivo de gasto del 2% acordado en la cumbre de Gales en 2014. Hace un año, solo 19 de los 32 aliados llegaban a ese hito. Ahora ya son 31 (Islandia, al no tener ejército, no es incluida en este recuento porque “no tiene un presupuesto de defensa tradicional”, precisa el comunicado).

“España no sólo da respuesta a las necesidades de la alianza con la aportación de efectivos a las misiones de la OTAN, sino que cumple con el compromiso adquirido de alcanzar el 2% del PIB en inversiones del ámbito de defensa”, destacan fuentes del Ministerio de Defensa, que indican que dichas inversiones sirven para mejorar las capacidades de las Fuerzas Armadas y se pueden llevar a cabo gracias al Plan Industrial y Tecnológico para la Seguridad y la Defensa, con 10.471 millones de euros invertidos este año. El plan, según Defensa, permite desarrollar sectores considerados estratégicos por la OTAN como la inteligencia artificial, el big data, la robótica, las tecnologías cuánticas y de la información, la biotecnología y técnicas innovadoras de fabricación o energía y propulsión, entre otras. “Tecnologías duales de alto impacto, muchas de ellas de carácter transversal, consideradas clave para la seguridad y defensa colectivas, especialmente en un entorno geopolítico cada vez más complejo”, aseguran estas fuentes.
Bajo la presión y amenazas de retirada de Estados Unidos proferidas por Trump, sumado a la continuada guerra de Rusia en Ucrania, a las puertas de Europa y con un presidente, Vladímir Putin, que no oculta sus ambiciones imperialistas, los países de la OTAN acordaron en junio de este año un incremento radical de su gasto militar hasta el 5% de sus PIB para el año 2035. Una cifra que el Gobierno de España no consideraba “razonable”, sino incluso “contraproducente”. Por ello, aunque el jefe del Ejecutivo, Pedro Sánchez, suscribió la declaración final de la cumbre de la OTAN en La Haya donde se consagraba esa meta de gasto, logró un compromiso por escrito previo del secretario general de la Alianza, Mark Rutte, para intentar cumplir sus objetivos con el 2,1% de gasto, cifra que España considera suficiente para cubrir todas sus obligaciones en la OTAN.
La oposición española a sus demandas provocó la ira de Trump, que amenazó a Sánchez incluso con redoblar los aranceles contra los productos españoles si no se doblegaba, extremo que sin embargo no ha cumplido. Aunque ningún otro de los aliados se enfrentó al estadounidense como Sánchez, no está claro que los países más rezagados en gasto, pese a sus promesas, vayan a ser capaces de cumplir el gigantesco aumento comprometido.
La cifra del 5% es la suma de dos tipos de gasto: el grueso (3,5%) corresponde a gasto militar estricto, como compras de armas, el pago de los salarios y pensiones de las Fuerzas Armadas, misiones y maniobras o investigación. El resto, ese 1,5%, es un gasto adicional del PIB que los países deberían dedicar a un concepto de seguridad más amplio con gastos relacionados con la defensa, como la protección de infraestructuras críticas, el desarrollo de la defensa civil o la industria militar.
El último informe de la OTAN sobre el gasto en defensa de sus aliados demuestra lo lejos que está la mayoría de ellos de cumplir el nuevo compromiso: solo Polonia, con 4,48% de gasto ya dedicado, así como Lituania (4,00%) o Letonia (3,73%) se acercan a la meta fijada. La mayoría de los aliados, 24, tiene un gasto actual en defensa por debajo del 3%. Estados Unidos, aunque está ente los que más gastan, 3,22%, según la última estimación, es a su vez el único de los aliados que ha reducido su gasto en defensa respecto al año pasado (3,38%).
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