El exministro de Transportes y exnúmero tres del PSOE, José Luis Ábalos, se defiende este jueves por primera vez ante un juez de las numerosas acusaciones de corrupción que le persiguen desde febrero pasado. Ábalos aportará pruebas documentales, a las que ha tenido acceso EL PAÍS, para intentar rebatir los indicios que le acorralan.
EL PAÍS accede a las pruebas y a los argumentos que el exministro de Transportes traslada hoy al Supremo para intentar rebatir los numerosos indicios de cohecho que pesan sobre él tras su relación con la trama delictiva
El exministro de Transportes y exnúmero tres del PSOE, José Luis Ábalos, se defiende este jueves por primera vez ante un juez de las numerosas acusaciones de corrupción que le persiguen desde febrero pasado. Ábalos aportará pruebas documentales, a las que ha tenido acceso EL PAÍS, para intentar rebatir los indicios que le acorralan.
El último informe de la Guardia Civil sobre el caso que afecta al exministro detalla los numerosos indicios hallados durante la investigación ―conversaciones telefónicas, documentos mercantiles, fotografías o testimonios ante el juez― para acreditar la supuesta culpabilidad de Ábalos en las actividades delictivas de una trama corrupta dirigida por el empresario Víctor de Aldama entre 2019 y 2021.
Ábalos declara ante el juez con la intención de desmontar parte de la versión que Aldama ha contado en los tribunales y en varios medios de comunicación. El exministro, según explica su entorno, pretende denunciar que Aldama es un impostor que ha engañado a todo el mundo y falsificado documentos para dar verosimilitud a sus acusaciones contra el Gobierno. En su réplica prevista a Aldama, el exministro no rebate con pruebas los indicios que le sitúan como beneficiario de dos supuestos sobornos: el pago por la trama corrupta del alquiler de un apartamento para su pareja sentimental, o el disfrute durante al menos tres meses de un chalé en Cádiz del que fue desahuciado por impago.
El primer contacto: “No aceptamos regalos”. Aldama declaró en la Audiencia Nacional que Koldo García, asesor principal del exministro, se interesó por él tras conocerle en una cafetería en Madrid en 2018. El entorno del actual diputado del Grupo Mixto lo contradice: “Fue Aldama quien quiso conocer a Koldo y no al revés. El empresario mostró su intención de pagarle al ministro una comida con José Blanco [responsable de Fomento socialista entre 2009 y 2011]. Rubén Aldama, escolta de Ábalos y hermano del empresario, le dejó claro que no se aceptaban regalos”.
“Uso sistemático de la mentira como modus operandi”. Ábalos utiliza parte de las conversaciones de Aldama con otros empresarios, donde presumía de sus contactos en el Ministerio de Transportes. El entorno del exministro recuerda que esas conversaciones donde Aldama vendía su influencia sobre el entonces ministro se produjeron cuando ambas personas aún no se conocían ni habían tenido contactos, lo que evidencia “el uso sistemático de la mentira como el modus operandi de Aldama”.
La relación con Venezuela: “El documento de Aldama no tiene la firma del ministro”. El entorno del exministro niega que Aldama encabezara una misión diplomática “extraoficial” a Venezuela para reunirse con el opositor Juan Guaidó y transmitirle el reconocimiento de España como presidente interino. “Ábalos nunca firmó ni a través de terceros una carta en 2019 que acreditara a Aldama ni como representante del PSOE para gestionar las relaciones con Venezuela ni como enlace con Guaidó. Ni oficial ni extraoficialmente”. Aldama presentó un documento sobre esta cuestión que es falso, según el entorno de Ábalos: “Ese escrito que se presenta como elaborado por Ábalos y que ha entregado Aldama en el Supremo no contiene ni la rúbrica ni la firma del exministro”. La “carpeta que exhibe Aldama como prueba de la autenticidad de esa carta es un portafolios muy común y que suele utilizarse por la unidad de protocolo de los ministerios, comunidades y entes locales. Aldama deberá explicar cómo ha obtenido ese material de trabajo de un servicio de protocolo y que es propiedad de la Administración del Estado”, añaden. Además, recalcan las mismas fuentes, el Gobierno español ya había reconocido al opositor como “presidente encargado” cinco meses antes de la versión ofrecida por Aldama. “¿Qué sentido tenía entonces la visita de Aldama a Venezuela?”, señalan estas fuentes. El entorno del exministro también rechaza otro encuentro de Aldama con el político venezolano Henry Ramos para allanar el camino de Pedro Sánchez a la presidencia de la Internacional Socialista.
El desmentido del cobro de mordidas en efectivo. “¿Es normal recoger dinero negro en el ministerio?, ¿delante de todo el mundo?, ¿para que te pillen cómo te repartes las comisiones?”. La defensa de Ábalos esgrimirá este argumento para negar el cobro de mordidas que denunció Aldama. El empresario declaró ante el juez que había entregado 250.000 euros al exministro y 100.000 más a su asesor, Koldo García, como contraprestación por el negocio de la venta de mascarillas con el que Aldama ganó casi seis millones de euros tras intermediar en la venta de 20 millones de mascarillas a los ministerios de Transportes e Interior y a las comunidades de Canarias y Baleares.
El viaje a México: “Es tan falso como imposible”. Aldama sostiene que le organizó a Ábalos un viaje a México de carácter comercial en febrero de 2019 al margen del Ministerio de Exteriores y del entonces embajador de España en el país, Juan López Doriga. “Es tan falso como imposible”, indican estas fuentes próximas a Ábalos. “Todos los viajes fueron organizados desde el Ministerio de Transportes”, añaden. El empresario, según el entorno del exministro, no formó parte de la comitiva oficial de la delegación española y “solo” participó como “agregado comercial” del Estado mexicano de Oaxaca. “La visita a México tuvo que ver con la anulación del proyecto del Aeropuerto de México DF que implicaba a la compañía pública española INECO y no solo con la obra de ferrocarril Tren Maya, como declaró Aldama”, precisan desde el entorno de Ábalos. “Es falso que se prescindiera del Ministerio de Exteriores o del embajador de España en México, que estuvo presente en algunos actos como acreditan las fotografías”, que Ábalos aporta para defenderse.
La foto con Pedro Sánchez: “El presidente no agradeció nada a Aldama”. El entorno del diputado sostiene que el presidente del Gobierno, Pedro Sánchez, nunca agradeció a Aldama sus gestiones para estrechar lazos con el Ejecutivo mexicano, tal y como cuenta el empresario para explicar la foto realizada tras un acto electoral del PSOE en un teatro de Madrid en 2019. También resulta incierto —según el entorno de Ábalos— que Aldama tuviera “más proyectos encima de la mesa” del Ministerio de Transportes tras el viaje a México. Y es que el cabecilla de la trama citó como logro supuestas gestiones para que AENA, el gestor aeroportuario español, desembarcara en aeródromos latinoamericanos. “Desde 2016, AENA es socio de 12 aeropuertos en México”, indican estas fuentes.
A vueltas con el ‘caso Delcy’: “Nunca existió la posibilidad de detener a la vicepresidenta”. “Jamás existió la posibilidad de detener a la vicepresidenta de Venezuela, Delcy Rodríguez, al no estar perseguida en España por ningún delito”. El entorno del exministro señala que Ábalos responderá así al ser preguntado por la controvertida visita en 2020 de la dirigente latinoamericana a Barajas, que tenía prohibida su entrada en la UE. La defensa del diputado recuerda que un juzgado de Madrid desestimó recientemente reabrir la causa, que el Supremo indicó que no “constituía infracción penal” y que el Constitucional avaló la destrucción de las imágenes de las cámaras de seguridad del aeródromo madrileño. Además, el entorno del exministro dice poder desmontar la acusación de Aldama de que la vicepresidenta venezolana planeara reunirse con la entonces fiscal general del Estado, Dolores Delgado, para tratar la extradición del exgeneral Hugo Armando Carvajal, alias El Pollo.
El chalé de Cádiz y el piso en el Paseo de La Castellana. Ábalos esgrimirá que firmó un contrato de alquiler y abonó las mensualidades del chalé en La Línea de la Concepción (Cádiz) que —según Aldama— adquirió la trama para el exministro. “Le desahuciaron de la propiedad”, explican fuentes próximas al diputado. El inmueble fue adquirido en junio de 2021 por una firma vinculada a la red delictiva de hidrocarburos con destino al uso y disfrute del que ya entonces era exministro. Ábalos dejó de pagar las mensualidades de septiembre, octubre y noviembre de 2021, por lo que recibió un burofax para abandonar el chalé en diciembre de ese año.
Por otra parte, el exdirigente socialista sostiene que nunca llegó a ocupar la vivienda de lujo en el madrileño Paseo de la Castellana valorada en 1,9 millones de euros propiedad de Aldama que, según el empresario, iba a recibir Ábalos como garantía en caso de que fallaran las mordidas pactadas por las adjudicaciones de obras del Ministerio de Transportes.
El rescate de Air Europa: “Aldama no influyó en nada, solo aparentaba que hacía algo”. “Para Air Europa se hicieron muchas gestiones, pero no porque Aldama trabajara para Javier Hidalgo [exdirector ejecutivo de Globalia], sino porque era una empresa española”. Fuentes próximas a Ábalos zanjan así el supuesto trato de favor del Gobierno en el rescate de la aerolínea a través de préstamos de 475 millones de euros aprobados por el Consejo de Ministros en 2020. “Aldama no influyó en nada. Solo aparentaba que hacía algo. Es un fantasma y un impostor”, valoran estas fuentes, que añaden que la inyección económica a la compañía llegó “más tarde de lo que se merecía”.
Bolsas de dinero en Ferraz: “Técnicamente imposible”. El entorno de Ábalos sostiene que el vidrioso episodio que denunció la empresaria Carmen Pano, quien declaró a varios medios que acudió en 2020 a la segunda planta de la sede socialista de Ferraz a entregar dos bolsas con 90.000 euros en efectivo es “técnicamente imposible”. “En esa planta están los secretarios de área y no de Organización”, indican estas fuentes. Insisten también en que es inviable que Pano registrara en un notario lo que hizo en su visita a Ferraz porque “un fedatario público no puede dejar constancia de un delito. Está obligado a denunciarlo”.
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